Una gestión de riesgos proactiva es clave para sortear las incertidumbres y garantizar la estabilidad de la organización. Las normas de gestión de riesgos ofrecen herramientas completas para identificar, evaluar y controlar los riesgos potenciales, lo que permite a las organizaciones responder eficazmente a los desafíos. Estas normas contribuyen a aumentar la resiliencia, proteger los activos y mantener la continuidad de las operaciones, lo que en última instancia apoya la toma de decisiones informadas y el éxito sostenible.
El impulso hacia un futuro más sostenible ha propulsado las consideraciones ASG, o ambientales, sociales y de gobernanza, en su forma completa, a la primera línea de las reuniones de los consejos de administración de las empresas de todo el mundo.
